Las vacaciones de verano son un tiempo para relajarse y descansar, pero también hay formas de aprovecharlas para continuar aprendiendo, sobre todo en el caso de niños que se encuentran en etapa escolar. En ese contexto ¿las vacaciones significan una pérdida o retroceso en el aprendizaje de los menores?

La idea de fomentar el aprendizaje durante las vacaciones, incluso en matemáticas, está respaldada por investigaciones en educación. Según un estudio de la Asociación Americana de Psicología (APA), las vacaciones de verano pueden llevar a una pérdida de habilidades académicas, conocida como "regresión estacional", donde se sugiere que el aprendizaje continuo durante el descanso estival puede ayudar a mitigar este efecto, considerando que los estudiantes a menudo olvidan parte de lo que aprendieron durante el año escolar si no se involucran en actividades educativas durante el receso, sobre todo en el área de matemáticas. Es por esto que existen varias acciones o sugerencias que se pueden realizar en este tiempo para poder evitar retrocesos en el proceso educativo.
Un ejemplo concreto podría ser el fomento de juegos de mesa como el famoso Monopoly, el cual ayuda a desarrollar habilidades matemáticas y de finanzas personales, o el sudoku que potencia el pensamiento lógico y habilidades para solucionar problemas.
Los juegos de cartas también son muy útiles para reemplazar conceptos aprendidos durante el año.

Otra herramienta interesante son los cursos en línea, ya que existen muchas plataformas que son capaces de ofrecer una manera alternativa y divertida para reforzar o seguir aprendiendo. La gracia es que cuenta con evaluaciones de seguimiento que le permite al profesor de forma sencilla hacer retroalimentación y los mismos alumnos se van motivando de sus logros.

Desde Mathland, plataforma de metodología matemática digital dirigida a niños en edad escolar, afirman que los estudiantes que la utilizan más de tres meses mejoraron al menos un 32,9% su aprendizaje en distintos contenidos como por ejemplo: numeración, cálculo mental y resolución de problemas, sólo utilizando la plataforma.

“Nuestra metodología es una combinación de aprendizaje basado en problemas y gamificación. La importancia radica que permite no sólo la ejercitación si no la compresión de los contenidos claves y aplicados a contextos significativos, y después de eso los alumnos practican y juegan”, señala Michelle Wolf CEO de Mathland.

La motivación como clave del aprendizaje
Reforzar de manera entretenida ciertos conocimientos para que en marzo los niños no lleguen con lagunas o les cueste retomar la rutina estudiantil, puede ser clave a la hora de obtener buenos rendimientos el resto del año.

“A veces al no estar aplicando lo conocimientos o no reforzarlos en verano, es posible que los niños olviden algunas cosas, es por esto que es muy importante que puedan usar la plataforma también de manera independiente en sus casas y no dejar que el aprendizaje de las matemáticas esté sólo asociado al colegio, sino que lo vean como algo que está presente en su vida cotidiana”, refuerza Michelle.

Y la clave es hacerlo de manera diferente al método tradicional de las escuelas, precisamente para que los alumnos se sientan motivados. “Es por esto, que nosotros también trabajamos con problemas de la vida real, y además la idea es que los niños puedan seguir ejercitando los conocimientos matemáticos que aprendieron en el año sumado al uso de la plataforma también de manera individual en sus casas. Esto les permite trabajar en sus vacaciones de manera divertida y reforzar los contenidos que ya vieron en un contexto real de manera individual”.

En ese sentido, reiteró que, independiente del mecanismo que se use, lo importante es adaptar las actividades según el nivel de habilidad y los intereses específicos de los niños y hacer que el aprendizaje sea divertido y relevante para ellos.