A ocho kilómetros del centro de Pucón se encuentra “Frantina”, un paraíso cubierto de vegetación, en un entorno natural e íntimo, que se ha convertido en un oasis de la serenidad y el encanto. El lugar perfecto para disfrutar de una tinaja caliente mientras contemplas la naturaleza, sabiendo que aquí puedes encontrar además un gran compromiso medioambiental.
Frantina se distingue por un enfoque que combina el placer de las tinajas calientes con un profundo compromiso con la sostenibilidad. Desde la reducción de la leña hasta la reutilización y purificación del agua, cada aspecto de la experiencia está diseñado para ser respetuoso con el medio ambiente.
Detrás de esta propuesta de turismo y sostenibilidad se encuentra Francisca Pascual Saavedra, de 27 años, y quién - como Técnico en Turismo & Hotelería y con un Diplomado de Intereses Especiales- se enfocó en crear un emprendimiento que hiciera un real diferencia en la zona.
Tal como lo explica Francisca: “Mi objetivo es ofrecer una experiencia de bienestar y conexión con la naturaleza en Pucón, la cual pueda ir más allá de las tinajas calientes tradicionales en donde integramos la innovación para volver a procesar el agua. Con Frantina queremos ser un referente líder en el turismo sostenible en la región, así mientras los visitantes disfrutan también contribuyen activamente a conservar el medio ambiente”.
Actualmente, Frantina cuenta con cinco tinajas con capacidad para seis turistas cada una, ofreciendo un máximo de 60 visitantes por día. En este sentido Francisca señala que: “aunque el crecimiento es una posibilidad, buscamos ser reconocidos como un refugio para aquellos que necesitan un escape de la vida cotidiana, valorando la relajación física y el cuidado del medio ambiente”.
Turismo y medioambiente
Para Frantina es fundamental poder crear conciencia sobre la importancia de impulsar el turismo y desempeñarlo de manera responsable. “Para mí lo principal es la creación de una experiencia de bienestar única que combina”.
Entre los pilares medioambientales de Frantina se destaca la reducción de la huella de carbono gracias a la utilización de la energía eléctrica la cual calienta el agua de las tinajas.
Asimismo, la reutilización, filtración y purificación del agua es fundamental para Frantina. “El 100% del agua utilizada en cada tinaja pasa por distintas etapas de filtración, osmosis inversa y UV para que el remanente vuelva a ser utilizado (normalmente se recupera el 80% del agua utilizada por los pasajeros)”, explica su fundadora.
Además, fomentando la economía circular y según detalla Francisca “todo el año estamos activamente juntando plástico domiciliario como lo son botellas, envases de detergente entre otros. Este plástico se transforma en mesas, bancas o lámparas que acompañan, enriquecen y complementan la experiencia Frantina”.
“Como Frantina nos interesa la educación ambiental, por ese motivo promovemos la visita de colegios o instituciones que quieran conocer las instalaciones y así destacar la importancia del recursos del agua”, finaliza.
Publicado 2024-05-24